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Música para un murciélago 
Amanita y Villa Magdalena
26 de octubre - 3 de diciembre, 2023

Vista de la exposición: Cristina Lama: Música para un murciélago, Nueva York. 

Amanita y Villa Magdalena se complacen en anunciar Cristina Lama: Música para un murciélago, una exposición de pinturas de la artista española Cristina Lama, que se inaugurará el 26 de octubre de 2023 y que supone la segunda colaboración entre ambas galerías. La exposición se centra en las pinturas más recientes de la artista, que evocan sus características composiciones atmosféricas, así como algunos de sus temas más icónicos: aquelarres, rostros deconstruidos, fiestas, naturalezas muertas y temas totémicos. La obra de Lama tiene un carácter barroco subyacente que rinde homenaje al legado cultural de Andalucía, al pasado histórico artístico de la región y al espíritu exagerado de cotidianidad.

En lo esencial de la actitud de Lama hacia la pintura se encuentra una sensibilidad abstracta que trata la narrativa ligeramente. Aunque aparecen figuras, el valor representativo de su obra está subordinado sobre todo a los aspectos materiales de la pintura y a la fluidez del lenguaje, que son las principales preocupaciones de la artista. Confía más en la intuición que en cualquier otra cosa e insiste en que la imaginería realista es sólo un pretexto para su experimentación con diferentes disposiciones de la línea, la forma y el color. Una constelación de elementos dentro del plano pictórico que tienen la misma importancia. Compara su proceso con el de un compositor; el éxito de un cuadro depende de que se toquen los acordes adecuados y se cree un cierto tipo de armonía.

 

De una base inestable empiezan a surgir escenas y personajes inventados. Los fondos gestuales de Lama a menudo tiemblan y vibran, reforzando el carácter ilusionista de su obra. Ruido es el término que utiliza la artista para referirse a este aspecto formal. Estos entornos inciertos propician una serie de espejismos que se materializan a través de diferentes configuraciones de color. En los cuadros expuestos se observan distintos niveles de temperatura, como es el caso de Bochorno y Azotea, donde indescifrables puestas en escena cobran vida en medio de un aura de clima bochornoso. Los distintos tonos de rojo son una interpretación libre de los sofocantes atardeceres de su Andalucía natal, donde durante gran parte del año el calor es sofocante. Esta parte de España tiene un clima que es prácticamente una extensión del desierto del Sahara, con fenómenos meteorológicos como la calima, una bruma que trae polvo y arena del desierto y tiñe el cielo de naranja.

Las abarrotadas iconografías que vemos en los cuadros de Lama toman su forma e inspiración de diversas fuentes: la vida callejera, los cuentos populares, la historia del arte y las fiestas religiosas populares en España. En varios cuadros vemos brujas y murciélagos representados en un estilo que recuerda al espectador a los dibujos animados o a las ilustraciones infantiles de cuentos de miedo; una forma contemporánea de reimaginar a Goya, en concreto obras como El sueño de la razón produce monstruos y otros ejemplos de la serie de aguafuertes y aguatintas Los Caprichos. Las figuras encapotadas evocan el atuendo tradicional de los sacerdotes españoles durante la Semana Santa de Sevilla y, al mismo tiempo, canalizan las revolucionarias pinturas de caricaturas tardías de Guston. Además, las aparentemente inocuas mediaciones visuales de Guston sobre las injusticias de la sociedad americana pueden compararse con la representación inocente e infantil de Lama de temas que normalmente son sinónimo de muerte. Los rostros comienzan a fundirse y a perder sus contornos, mientras se convierten en escenas con múltiples sucesos que reinventan la excesiva teatralidad que se encuentra en las pinturas religiosas de todas las iglesias del sur de España. Los cuadros de Cristina Lama son espacios psicológicos susceptibles de todo tipo de incidentes mágicos. Todo vale, todo tipo de seres son bienvenidos y todas las reglas se han roto.

Cristina Lama (Sevilla, España, 1977) vive y trabaja actualmente en Sevilla. Entre sus exposiciones individuales recientes destacan Vigilia, Galería Veta, Madrid (2022); Habitación con vistas, Villa Magdalena, Donostia-San Sebastián (2021); Estantes y espejos, Galería Delimbo, Madrid, España (2019); Olhar da Criança, Cordeiros Galeria, Oporto, Portugal (2018), Lagrimas de San Lorenzo, Galería de Arte Costantini, Milán, Italia (2017); Alrededores, Galería JM, Málaga, España (2016); Leonera, Galería Cavecanem, Sevilla, España (2015); Que cómo dormirán los vecinos de este pueblo, Galería JM, Málaga, España (2012); Ángulo muerto, Galería Begoña Malone, Madrid, España (2011); Amarre, Christopher Cutts Gallery, Toronto, Canadá (2006); y Fulanas y Menganas, Galería La Caja China, Sevilla, España (2006), entre otras.

La obra de Cristina Lama ha sido expuesta en instituciones nacionales e internacionales de arte contemporáneo como el CAAC de Sevilla; el CAC Málaga; el MIAM de Sète, Francia; la Fundación Giorgio Cini de Venecia, Italia; así como en galerías de Italia, Portugal, Alemania, Suecia, Estados Unidos, México y Canadá.

Texto de Cy Schnabel

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